No hay preocupación alguna por la seguridad del papa en Líbano pese a la violencia que sacude la vecina Siria; el viaje de Benedicto XVI nunca ha estado en cuestión. Son palabras del portavoz vaticano, padre Federico Lombardi en las horas previas al vigésimo cuarto viaje fuera de Italia que realiza el pontífice.
El periplo comienza este viernes. Benedicto XVI se desplazará solo por la parte central del Líbano, en torno a Beirut; es decir los territorios más tranquilos del país. No habrá desplazamientos al norte del país, donde se encuentra la ciudad de Trípoli, contagiada por la guerra de Siria, ni tampoco al sur, donde se extiende la tensa frontera con Israel. La seguridad es una responsabilidad del país anfitrión y la Santa Sede expresa su confianza en que las autoridades sabrán hacer lo necesario.
"Todos han manifestado su satisfacción por la llegada del papa y se encontrará un clima de cordial bienvenida por parte de todos los exponentes de la realidad libanesa¿-, asegura el portavoz vaticano.
Benedicto XVI, que permanecerá en Líbano hasta el domingo, lleva consigo un ánimo de esperanza, de paz y una voluntad de presencia en esa área geográfica en un tiempo de incertidumbres