Silent Hill

La pequeña Sharon está enferma. Ya no funcionan el tratamiento médico y Rose huye con su hija. Sufre una accidente y, al despertar en el vehículo, descubre que Sharon ha desaparecido. Un cartel en la carretera recibe a Sharon con un jovial “Bienvenido a Silent Hill”. Pero allí hay niebla y la desolación de las calles vacías. Se oye una sirena. Tratando de encontrar a Sharon, Rose descubre unas galerías que albergan extraños seres oscuros. Pierde el conocimiento y al recobrarlo estos se han diluido. Fuera de las galerías continúa la misma situación: soledad, bruma y cenizas. Los pueblos fantasmas de Estados Unidos son una realidad aterradora para la desesperada madre.