En el plano político, Santiago Ramón y Cajal ha sido descrito como una persona dialogante con personalidades importantes de la época que abarcaban todo el espectro ideológico. Era conocido por sus charlas con Juan Negrín, quien sería presidente del Gobierno de la II República, o por su trato cordial con el Rey Alfonso XIII.
Cajal tenía la mentalidad propia de la grandísima mayoría en su época, es decir machista, sin embargo, esa mentalidad a veces hacía grietas y se salía del carril machista, como cuando en torno a 1912 pidió la entrada, de forma extraoficial pues no tenía voto, de Emilia Pardo Bazán en la RAE. Del mismo modo, la solidaridad de Santiago Ramón y Cajal con la ciencia universal estuvo también reflejada en sus esfuerzos por rescatar, a veces hasta literalmente, científicos que vivían en Alemania o Italia durante las dictaduras de Hitler o Mussolini. Reportaje elaborado por Álvaro Bravo de la Guía, incluyendo la producción propia de la ambientación musical.
Participan José Ramón Alonso, neurocientífico, catedrático de Biología Celular y coautor de Cajal: un grito por la Ciencia; Enriqueta Lewy, secretaria de Santiago Ramón y Cajal durante la última etapa vital del científico y Juan Andrés de Carlos, investigador del Instituto Cajal, coautor de Cajal: un grito por la Ciencia y responsable del legado del científico español.