Empezamos con Muertes nada accidentales. Un decálogo de motivos para matar, de Paz Velasco de la Fuente. Codicia, frustración sexual, deseo de sembrar el terror, envidia, soledad, amor o el placer de matar, son algunos móviles que se desgranan en el libro. Conocemos las historias de Dennis Nilsen, el descuartizador de Cleveland, Haavey Murray Glatman o Landrú. Explicado como en esas series de televisión sobre crímenes, con sus fotos, diagramas, mapas, flechas de un lado a otro, indicios, pruebas, victimología, comportamiento geográfico, parafilias…
Tenemos un relato negro y criminal de Enrique Pérez Balsa, el autor de El edén de las manitas de cerdo; sobre el amor marital y sus disgustillos: Feliz aniversario.
Malagueña y rompedora, Gema Bao nos presenta Del amor, el sexo y otros orgasmos. Bajo la premisa que de todas las emociones humanas el amor es la más compleja, Gema Bao decidió poner orden a todas las mujeres que habitaban su piel y creo un personaje que es el canal de transmisión de historias propias, prestadas y otras empeñadas a modo de poemas, relatos, cuentos o aforismos: humor, amor, sexo y las espinas de la vida.
Rafael Guerrero, a quien conocéis por sus aventuras brasileñas en Muero y vuelvo nos lee su relato: Prohibido fumar. Influido, sin duda, porque se está quitando.
Proponemos El gato se comerá mis ojos, de Caitlin Doughty, una directora de funerarias que medita sobre: ¿qué le pasaría al cuerpo de un astronauta si lo empujaran desde un transbordador espacial?, ¿puede celebrar la abuela un funeral vikingo? ¿Quién te come antes al morir, tu gato o tu perro? ¿qué ocurre si mueres en un avión?
Seguimos con un relato de Miguel Ángel de Rus, Muerte en Arrás, sobre el asesinato de un profesor a manos de un musulmán y la sociedad que permanece tranquila… Hasta que alguien decide defenderse.
Acabamos con una propuesta de José Antonio Molina, sobre un texto en el que meditó en su libro La memoria de las sirenas, se trata de La resucitada, de Emilia Pardo Bazán.