El argentino Eduardo Berti nos cuenta sus recuerdos en Un padre extranjero, novela en la que descubre que su padre tiene un nombre tan falso como su pasado, lo que le llevará a indagar sobre misterios familiares en paralelo a una historia sobre Conrad. Berti abre un nuevo escenario en Un hijo extranjero. Ahora el hijo es el extranjero. Nuestro protagonista recibe unas fotocopias del legajo que su padre, nacido en Rumania, presentó en 1950 para obtener la nacionalidad argentina. Ahí figuran casi todos los datos que su padre ocultó o alteró tras su emigración o huida, incluidos algunos secretos que se llevó con él a la tumba. El autor irá a la casa natal del padre, en la ciudad rumana de Gala¿i, a orillas del Danubio, buscando la verdad.
Pedro González Mira nos presenta Los músicos de Stalin, donde trata de la música escrita por los compositores rusos más significativos desde el final del zarismo hasta la caída de la URSS; desde Glinka aChaikovski; desde Rajmáninov a pasando por Stravinski, Prokófiev y Shostakóvich. Es una historia de censura, represión y huida de un mundo que decía ser el paraíso en la Tierra. Incide en cómo el nacionalismo acabó con las vanguardias y la evolución para estancar al país en músicas que miraban al pasado y no aportaban nada nuevo, sin olvidar las vidas de compositores destrozadas, como las de tantos ciudadanos.
Acabamos con un reportaje de Alma de Rus sobre tres clásicos editados por Reino de Cordelia; Alves y Cia, de José Maria Eça de Queiros, la historia de un adulterio en el S.XIX pero no al modo de Flaubert, sino con un cierto sentido del humor; Comuneros contra el Rey, de Manuel Azaña, y Francisco columna, relato de marcado acento bibliófilo, una nouvelle de Charles Nodier. El editor de los libros, Jesús Egido, nos cuenta por qué leer estas obras.