Os deseamos una Feliz Navidad, a ser posible llena de belleza, plagada de buenos recuerdos de nuestros mayores. Comenzamos con Salieri, el hombre que no mató a Mozart, de Ernesto Monsalve, en Rialp. Todos hemos sufrido los horrores que escribió Peter Shaffer sobre Mozart y Salieri. Aquel texto que lo llevó a la categoría de horror de masas Milos Forman. Ernesto Monsalve rescata a Salieri, uno de los pocos que participaron en el cortejo fúnebre de Mozart. Salieri fue el grosspapa de la música de su tiempo, con casi 40 óperas, misas, y el venerado maestro de Schubert, Beethoven, Liszt o Meyerbeer. A su muerte, Viena contaba con numerosas instituciones que Salieri había ayudado a levantar. Fue el músico envidiado y admirado de su tiempo.
Javier Velasco Oliaga, director de Todoliteratura propone cinco novelas sobre Mozart. El genio murió en diciembre de 1791, hace 233 años, y propone libros sobre él de Stendhal, Balcells, Miguel Ángel de Rus, Gabriel Jackson y Lorenzo Da Ponte.
La dramaturga Olga Mínguez nos presenta Los pinceles borrados, en Ediciones Irreverentes, Son protagonistas la mexicana Frida Khalo y una gran pintora española olvidada, Remedios Varo. ¿Por qué a Frida la mitifica y valora todo el mundo y a Remedios no la conocen ni en su país natal?
Ignacio Gómez de Liaño, publica en Libros del Innombrable, El idioma de la imaginación; recorrido por las ideas de Giordano Bruno, el filósofo napolitano quien, a través de su método de memoria, que combina imágenes, lugares y ruedas simbólicas, pretende perfeccionar la capacidad memorística humana y dar una herramienta para la transformación interior. La memoria es un medio activo para la reforma de la psique. Para los pitagóricos, la memoria salvaba al hombre de su mortalidad, mientras que Platón, a través de la anamnesis, la convirtió en vehículo del saber esencial. Hay ideas de Plotino, Descartes, Bacon, Leibniz y Vico, y se unen memoria, tiempo, espacio y creación en este libro.