Sonideros   La nave de los locos y el cambio climático 06/12/2015 59:16

Hemos llamado a nuestro espacio de hoy “La nave de los locos”, como el tema de The Doors que vamos a escuchar y que afirmaba, hace ya 45 años, que bajo la apariencia de orden y racionalidad, en realidad somos una nave de locos que navega hacia la destrucción del planeta, capitaneada por políticos desaprensivos y mediocres y una tripulación acomodaticia y adormecida, ente la ignorancia y el consumismo. Hacemos un recorrido por estas cuatro décadas y la reacción de los músicos ante una amenaza que ya se ha convertido en una realidad muy peligrosa y potencialmente irreversible, empezando en 1965, cuando el cantante satírico Tom Lehrer grabó "Pollution" hasta 2012 y el rap combativo que apela a la acción directa del tema "Not afraid", que publicaron en 2012, Rhythms del Mundo con Enimen y los jóvenes raperos TS1 de Nairobi. Un camino en muchas direcciones: desde la defensa de especies en vías de extinción como hicieron David Crosby & Graham Nash en "To the last whale", a despertar la empatía con todos lo seres vivos como lograra Stevie Wonder con el disco "The secret life of plants", pasando por el relato de la destrucción de las ciudades y su entorno de "My city was gone" en la voz de Chrissie Hynde o la amarga desesperanza en el género humano de "Lou Reed y su oda a "The last great american whale", con el doble sentido de la pronunciación que recuerda al "american way".También hay vitalismo y esperanza, en el vibrante y enérgico reggae "Save our planet earth" de Jimmy Cliff y en el grandioso disco de Paul Winter Consort con The Dmitri Pokrovsky Singers, "Earthbeat", que habla del latido de la tierra y el hermanamiento de los seres humanos. El grupo neoyorquino de tecno Deee-Lite introdujo conciencia social en las discotecas de todo el globo a comienzos de los 90 con su "I had a dream I was falling trough a hola in the ozone layer" mientras que el siglo XXI se inició con el golpe seco de las guitarras de Cake que haciendo subir, en "Long line of cars", la toxicidad del humo de una interminable fila de coches que nunca se acabará, y todo, por tu culpa, como auguran en su letra ciertamente asfixiante.

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