El paro ha superado la cifra de los cuatro millones de personas por primera vez desde 2016. La pandemia no solo ha provocado una crisis sanitaria, también social y económica que nos acercan a historias como la de Laura, dominicana de 35 años y madre sola de tres niños, de 17, 9 y 4 años. Se quedó sin trabajo desde el mismo día en que se decretó el estado de alarma. Después de hasber agotado la prestación por desempleo y gastar sus ahorros, se ve en una situación desesperada: "Me planteo incluso volver a mi país, aunque sé que allí las cosas no están mejor". Laura va pagando los suministros, pero no le llega para el alquiler. Desde hace tiempo, cuenta con la ayuda de la Fundación Balia, que asiste a personas en riesgo de exclusión social. Le facilitan el acceso a alimentos, le han proporcionado un ordenador y una tablet para que sus hijos pudiesen seguir el curso de manera telemática y no profundizar así la brecha social, y además le ofrecen apoyo psicológico.
Tarde lo que tarde
El desempleo pandémico tiene nombre de mujer
03/03/2021
09:09