Pues parece que esos tres pájaros de la Pastoral (1808) de Beethoven (al final de la "Escena junto al arroyo") emitían algo más que piídos... Quizá profecías... (Paréntesis: ya Haydn había asignado diferentes sonidos a diferentes pájaros en La Creación, de 1801. Incluso Bach hace bromitas con gallinas y cucos en su Fuga del BVW 963). Beethoven antes de la Pastoral había compuesto canciones sobre pájaros: "El canto del ruiseñor", "La llamada de la codorniz". Incluso el "motivo del Destino" de la Quinta Sinfonía le fue revelado por una oropéndola del Prater (según Ries). Y dice Sylvia Bowden que el inicio del Cuarto Concierto lo tomó Beethoven de un carpintero escapulario. Aparte de pájaros, hay otro tópico que Beethoven usa para su música campestre: el bajo de cornamusa o bajo de zanfona. Esto es lo que hizo que su editor Granz de Hamburgo subtitulase "Pastoral" a su Sonata en Re mayor. Pero Beethoven inventa el "tópico pastoral sublimado" manejando esos bajos permanentes en los crecimientos sonoros. Lo vimos en Las criaturas de Prometeo, y lo vemos ahora en la Pastoral. Y el tercer componente de música pastoral en Beethoven es la tormenta. Beethoven se diferencia de Gluck o de Knecht en que sus tormentas no tienen el "tópico maestoso", ni la fanfarria marcial. La tormenta de Beethoven no parte de un Dios a la manera de un señor palaciego, sino de otro tipo de Dios superior a esas visiones... Eso lo rubrica en su Pastoral por el "tema del arco iris" (Raymond Knapp) y por la oración de gratitud final, como un nuevo vínculo entre la humanidad y el Creador. Felices tormentas y felices reconciliaciones...
Temas de música
BEETHOVEN y la Naturaleza
23/08/2020
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