Pues Beethoven hacia 1804 se hizo muy amigo de aquel adolescente enfermizo y señorial: el Archiduque Rodolfo de Habsburgo, que iba para cardenal por ser el 16º hijo de los emperadores Leopoldo y María Luisa (o sea, que nada de amores). A él, según Schindler, dedicó el Triple Concierto para Violín, Violonchelo, Piano y Orquesta, aunque jamás lo tocó en público (era estupendo pianista). Repasamos la obra que le dedicaría después: la Sonata "El adiós", con sus obsesivas tres notas del Lebewohl protagonizando el drama, bien en la superficie o bien desde el fondo. Escuchamos después el Concierto en que tres camaradas cantan y caminan juntos por entre las perturbaciones. Y contamos algo de la relación rocambolesca de Beethoven con los aristócratas, principalmente con el Príncipe Lichnowsky y la escena del taburete/proyectil con los monsieurs por ahí mirando. El mundo de la igualdad en que vivía Beethoven no era el mundo real... Pero no nos desanimemos...
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BEETHOVEN: Triple Concierto
16/08/2020
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