En Todo Noticias Tarde, Esther Ferrero conversa con el catedrático de Filosofía en la Universidad Complutense de Madrid, José Luis Villacañas.
Bajo el paraguas de la renta básica y desde el punto de vista de la teoría política, Villacañas explica varios elementos que rodean al concepto: las gotas de lluvia que componen el espacio europeo donde aplicarla, cómo imaginar nuevas formas, nuevos paraguas o, en definitiva, nuevas "estructuras de solidaridad".
La renta básica se ha colado en el debate público, con más fueza, desde que arrecia la pandemia. En opinión del catedrático es "completamente necesaria" ya que "si el Estado no atiende estas dimensiones de solidaridad, otras instancias, legales o ilegales, atenderán las necesidades urgentes de una buena parte de la población". Esta idea, que pretende desarrollar la solidaridad es para Villacañas, desde la teoría política, una demostración de que "el republicanismo y las estructuras de solidaridad van permanentemente vinculadas y unidas".
En el contexto actual de crisis por el coronavirus, y por tanto crisis europea, "es necesario implicar a la UE, y se están dando los pasos aunque tímidos. Necesitamos sindicar la deuda para darnos tiempo para poder seguir estando juntos" ha afirmado. De llevarse a cabo, serviría para profundizar aún más en "la reforma de los tratados para llevar adelante una mínima ordenación fiscal" argumenta Villacañas, ya que el filosofo considera que "Europa no puede tener una dimensión soberana de la vida como la moneda única sin tener la otra clave de la soberanía que es la fiscalidad común".
Por eso, Villacañas al contrario que John Gray, no cree que la globalización se haya terminado: "No vamos a un mundo de pequeños estados, vamos a un mundo de grandes espacios, y esos tienen tal capacidad de presión que Europa no puede ofrecer resistencia desde el pequeño leviatán". Para desarrollarlo es necesario "llevar adelante una política que matice la globalización, pero no la desequilibre". Frente a toda esta situación el catedrático cree que la brújula actual debe ser revisada: "No podemos mantener las coordenadas del neoliberalismo, ni la premisa de que la economía es la esfera absoluta de la vida, pero tampoco rechazar completamente la racionalidad económica".
Una suerte de equilibrio, por tanto, como propuesta para enseñar a la generación que en estos momentos "es la más golpeada por los errores que han cometido las generaciones mayores": Villacañas nos ofrece como punto de enseñanza "mentalidades abiertas, flexibles, negociadoras y cooperativas que no estén asentadas ni en dogmas ni en unilateralidades" ha enumerado.