Enrico Caruso nació en Nápoles en 1873. Desde muy pequeño trabajó como mecánico con su padre y por las tardes asistía a la escuela coral para aprender canto. Fue en la iglesia de San Severino en donde realizó su primer trabajo como solista.
Pero no solo tenía un don para el canto, también tenía habilidad para el dibujo y él mismo se hacía auto-caricaturas. Comenzó sus estudios de vocalización musical con el maestro Guglielmo Vergine. El 2 de febrero de 1895, interpretó en la Catedral de Caserta arias de La Traviata y Rigoletto, pero su debut oficial como cantante de ópera lo hizo en el Teatro Nuevo de Nápoles.
Después, su carrera como tenor se consolidó actuando en los mejores teatros de ópera del mundo.
Enrico Caruso murió en Nápoles el 2 de agosto de 1921 a los 48 años, debido a una complicación de pleuresía. Su cuerpo fue embalsamado y colocado en un féretro de cristal. En 1929, su viuda logró que fuera trasladado a una tumba sellada en piedra tallada en el cementerio de Nápoles.
Luis Manuel Fernández, director de Radio Exterior de España y amante de la ópera, nos hablara de este tenor, considerado el mejor cantante de todos los tiempos.