Eugenia de Montijo se convirtió en emperatriz de los franceses tras su boda con el emperador Luis Napoleón.
Era hija del conde de Montijo, Cipriano Palafox y de María Manuela Kirkpatrick. Nació cuando se estaba produciendo un terremoto en Granada, y sus padres, temiendo que pudiera derrumbarse el edificio, decidieron que naciera en una tienda de campaña.
Su adolescencia la pasó en Francia y en Inglaterra, sus padres querían que tuviera una educación muy completa. Cuando se convirtió en una bonita joven se enamoró del heredero del duque de Alba, Jacobo, solo que él eligió a Francisca, hermana de Eugenia, con quien se casó poco tiempo después.
Ella decidió ingresar en un convento, pero su madre decidió que París sería mejor destino para ella. Allí se codearon con la nobleza y la alta burguesía, también con artistas y escritores. Asistían a fiestas y a cacerías. En un baile conoció a Luis Napoleón y en seguida la cortejó. Ella le mantuvo a raya hasta que, por fin, le pidió matrimonio.
Ana Vega Toscano, historiadora, músico y guionista del programa Documentos RNE nos hablará de esta mujer que se convirtió en emperatriz y que años después tuvo que exiliarse con su familia a Inglaterra.