Los helenos se ven amenazados por Persia. Jerjes I se ha propuesto invadir Grecia. Leónidas, rey de Esparta, no duda en desplazarse al desfiladero de las Termópilas con trescientos hombres para detener el avance de los aqueménidas. Solo trescientos.
El consejo del pueblo había rechazado entrar en guerra durante las fiestas religiosas de las Carneas que se estaban celebrando en honor a Apolo. Pero, el rey espartano decide que debe ir en ayuda deAtenas, ciudad-estado aliada. Por tanto, acompañado de su pequeña guardia ira a detener a los invasores.
Tres días logró mantener a raya a los persas. En tres días acabó con la vida de muchos soldados de Jerjes.
Un pastor, probablemente comprado por espías persas, les indicó un camino para llegar a la retaguardia de los espartanos.
Lucharon. Sabiendo que morirían, lucharon. Cuando no quedó ni un solo espartano en pie, Jerjes mandó decapitar a Leonidas. Después, ensartó su cabeza en una pica. Poco honorable fue ese gesto. Los espartanos fueron dignos combatientes, valientes adversarios y leales a sus principios.
Esparta fue a la guerra. No le quedó más remedio, habían matado a su rey.
Pedro Atienza cursó la carrera de Geografía e Historia en la UNED. Apasionado de la historia antigua, en especial de la cultura griega, nos hablará de Esparta, de su cultura, y de la película 300.