¿Libertador o Esclavo? Espartaco y su ejército de gladiadores y esclavos saquearon pueblos, vencieron legiones romanas y recorrieron Italia hasta su derrota.
Perteneciente a una familia noble de Tracia, fue reclutado en el ejército romano. Desertó y tras ser apresado fue vendido como esclavo a una escuela de gladiadores de Capua.
Junto a Crixo y otros gladiadores se enfrentaron a sus dueños huyendo a la ladera del Vesubio. Allí se dedicaron al pillaje y a animar a otros esclavos a que se unieran a su grupo.
El Senado Romano envió a la milicia con el fin de sofocar la revuelta, pero fueron derrotados y los rebeldes se quedaron con sus armas.
Cada día crecía el número de esclavos que abandonaban a sus amos. Dejaron de sembrar y cosechar los campos. Quemaron villas. Saquearon pueblos enteros. La revuelta se convirtió en insurrección. Y a la cabeza de todos ellos: Espartaco.
Se necesitaron tres generales, Craso, Lúculo y Pompeyo para sofocar la rebelión. Sus legiones lograron rodear a los insurrectos y tras una batalla épica murieron más de sesenta mil esclavos y seis mil fueron hechos prisioneros.
Desde Capua a Roma fueron crucificados los supervivientes como escarmiento a su osadía.