Nerón fue el último emperador de la Dinastía Julio-Claudia. Con diecisiete años accedió al trono tras la muerte de su padrastro Claudio. Su madre, Agripina, le preparó desde su nacimiento para este fin. Le casaron con su hermanastra Octavia. Durante los primeros años se produjo un equilibrio de poderes gestionado por los senadores Seneca y Burro y por su madre. Fue una etapa fructífera y buena para el Imperio.
Con el paso de los años, Nerón deseaba tomar sus propias decisiones. Mandó asesinar a su madre y después a su esposa para contraer matrimonio con Popea. El profundo amor que Nerón sentía por ella hizo que ésta se convirtiese en una mujer sumamente influyente en las decisiones y planes del emperador.
Nerón quiso construir una nueva Roma y cambiarle el nombre por Nerópolis. Para ello, aprovechó el llamado "incendio de Roma" para construirse un palacio de tamaño descomunal: la Domus Aurea. Cuando la población se le echó encima por tanto dispendio, él culpó a los cristianos
Ignacio Elguero, director general de educación, diversidad cultural e Internacional de RTVE, nos acercará un momento histórico único, en donde aparecen las reuniones de los primeros cristianos y las persecuciones, la decadencia de la dinastía Julio-Claudia y la desaparición de personajes tan destacados como Seneca y Petronio.