Una forma diferente de enfocar su atención por parte de familiares, profesionales y servicios.
La vida de las personas adultas con TEA cada vez es más parecida a la de cualquier otra persona, sin embargo, todavía están lejos de alcanzar ¿la normalidad". A pesar de sus muchas limitaciones, son adultos con las mismas necesidades vitales que cualquier otro. Para ejercer su derecho a satisfacerlas necesitan más apoyos específicos, más recursos y un cambio de mentalidad, una forma diferente de enfocar su atención por parte de familiares, profesionales y servicios.
Manuel Rodríguez González, profesor Departamento de Psicología Evolutiva y de la Educación (UNED);
Rubén Palomo Seldas, psicólogo especializado en evaluación y diagnóstico de TEA;
Chisco Fernández, director técnico del Equipo PAUTA.