Desde que era pequeña, María Marte supo que lo suyo eran los fogones, los sabores, los olores. En su Jarabacoa natal (República Dominicana) jugaba con el cilantro y el orégano, con los dulces que le enseñó a hacer su madre y con el huerto que tenían en casa. Con la edad llegaron muchas dificultades, el tener que buscarse la vida haciendo casi de todo: cuidando niños, limpiando casas o trabajando en fábricas, hasta que decidió venir a Madrid en busca de sus sueños. Y tampoco lo tuvo fácil. Lo más cercano a ellos que encontró fue fregar los platos del Club Allard. Pero como no podía ser de otra manera con su apellido, los planetas se alinearon a su favor y gracias a su esfuerzo, su perseverancia y su talento llegó a ser la gran chef con que soñaba de niña. Hoy es uno de los grandes referentes de la cocina latinoamericana y la segunda mujer en nuestro país en tener dos estrellas Michelin.
Viaje al centro de la noche
María Marte: de friegaplatos a chef dos estrellas Michelín
24/03/2017
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