Vidas contadas
Cléo de Mérode
08/07/2014
03:45
Cientos de miles de postales multiplicaron su belleza por todos los rincones del mundo y el rey Leopoldo II de los belgas la cubrió de rosas, diamantes y misivas de amor. Por ese acoso él se ganó el sobrenombre de Cleopoldo; pero la bailarina no abatió las puertas de la muralla de sus encantos. Cléo de Mérode fue una de las mujeres más fascinantes de la Belle Époque; y desde luego, la más inaccesible. En sus memorias, El ballet de mi vida, evoca su amistad con Marcel Proust, Massenet o Camille Saint- Saëns.