Vidas contadas
Fitzcarrald
28/06/2014
04:02
En el viejo cementerio de la ciudad amazónica de Iquitos reposan los restos de Carlos Fernando Fitzcarrald. No quiso su destino reservarle una vida larga. Tanto mejor, porque aunque murió ahogado en un remolino del río Urubamba a los 35 años, desde muy joven había convertido su existencia en un ejercicio de explotación, sumisión y exterminio de indios de la Amazonia. Su cadáver fue encontrado en la isla Guineal. Era solo el despojo sin alma de uno de los más notorios canallas de la Historia Universal de la infamia.