“No es necesario quemar libros para destruir una cultura… sólo haz que la gente deje de leerlos…”
La temperatura a la que arde el papel es 232 grados centígrados, 451 grados Fahrenheit…
En 1953, Ray Bradbury publicó FAHRENHEIT 451, una novela sobre una brigada de bomberos que no apaga el fuego, lo provoca. Quema libros, objetos prohibidos por el gobierno totalitario de una sociedad post apocalíptica.
En 1966, François Truffaut adapta y dirige FAHRENHEIT 451…
“¿Ha leído alguno de los libros que quema?...
La pesadilla de Bradbury y Truffaut a la temperatura que arde el papel… es el último sueño de Videodrome.
Ray Bradbury: Fahrenheit 451. Random House, 2002.
Fahrenheit 451 (1966) de François Truffaut.
Con fragmentos de:
Buenas noches y buena suerte (2005) de George Clooney.
Network (1976) de Sidney Lumet.
Origen (2010) de Christopher Nolan
Blade Runner (1982) de Ridley Scott
Dulce libertad (1986) de Alan Alda
Y la famosa frase de Abre los ojos (1997) de Alejandro Amenábar y Mateo Gil.
Antonio Tabucchi: Sostiene Pereira.
Marco Aurelio: Meditaciones.
Lewis Carroll: Alicia en el país de las maravillas.
Gabriel García Márquez: Cien años de soledad.
Homero: La Odisea.
William Shakespeare: Soneto 78.
William Shakespeare: La tempestad.
Calderón de la Barca: La vida es sueño.
Bernard Herrmann: BSO Fahrenheit 451
Herbie Hancock: Berengere’s Nightmare
Herbie Hancock: The Peacocks
Gustav Mahler: Sinfonía nº5 en do sostenido menor. Adagietto. Royal Concertgebouw. Bernard Haitink.
Patrick Cassidy: Vide cor meum. Danielle de Niese y Bruno Lazzaretti. Lyndhurst Orchestra. Gavin Greenaway
Vangelis: BSO Blade Runner (Farewell)
Severija: Zu asche, zu staub
Angelique Kidjo: Malaika
En este despertar, sólo nos queda agradecer a quienes han soñado con nosotros, en el espacio y el tiempo, tantas locuras onírico-surrealistas que se perderán en el tiempo como lágrimas en la lluvia… o no.