Cíclope, ¿me preguntas mi célebre nombre? Te lo voy a decir… Nadie es mi nombre, y Nadie me llaman mi madre y mi padre y todos mis compañeros.
Odiseo llega al país de los feacios, donde, gracias a Atenea, conoce a la bella Nausícaa. Ésta le introduce en el palacio de su padre, Alcínoo. Allí el astuto errante narra sus aventuras desde que salió de Troya, de regreso a su hogar en Ítaca…
Con música de Anouar Brahem: Al Birwa, For no Apparent Reason, Astrakan Café, L’abre qui voit, Zarabanda, Stopover at Djibouti, La chambre, Rue du Depart, Alfaouine y C’est ailleurs; Kristi Stassinopuolou: Dionisos & Pan; Georges Moustaki: Le métèque; Cheb Mami: Douha Alia; Vinicio Capossela: Vinocolo y Le pleiadi.
Le métèque (El extranjero)
(Moustaki)
Con mi careto de extranjero, de judío errante, de pastor griego y mis cabellos a los cuatro vientos, con mis ojos totalmente deslavados que me dan un aire de soñar, yo que a menudo no sueño, con mis manos de merodeador, de músico y de vagabundo que se pillaron en tantos jardines, con mi boca que bebió, que abrazó y mordió sin saciar jamás su hambre.
Con mi careto de extranjero, de judío errante, de pastor griego, de ladrón y de vagabundo, con mi piel que se frotó al sol de todos los veranos y de todo lo que llevaba enaguas, con mi corazón que supo hacer sufrir como sufrió sin hacer historias de esto, con mi alma que no tiene la menor posibilidad de salvación para evitar el purgatorio.
Con mi careto de extranjero, judío errante, de pastor griego y mis cabellos a los cuatro vientos, yo vendré mi dulce cautiva, mi alma gemela, mi fuente viva, vendré para beber tus veinte años y seré príncipe de sangre, soñador o bien adolescente, como te guste escoger, y haremos de cada día toda una eternidad de amor que viviremos hasta morir.