Blanca (Belinda Washington) regresa a Vera del Rey tras 40 años de ausencia con el fin de reencontrarse con su hermana Rita y cerrar viejas heridas.
Blanca (Belinda Washington) regresa a Vera del Rey tras 40 años de ausencia con el fin de reencontrarse con su hermana Rita y cerrar viejas heridas. Lo hará acompañada de sus hijos; Jorge (Sergio Mur) y Yago (Rodrigo Poisón), y su nieto Pablito, quienes pondrán la casa y las vidas de las Lasierra patas arriba. Porque lo que Rita, Marta y Silvia ignoran es que el regreso de Blanca no se debe al deseo de una reconciliación familiar, sino a la necesidad de escapar de México y de los peligros que allí les acechan.
Pero la familia Lasierra no es la única a la que, en muy poco tiempo, le ha cambiado la vida. Angelita (Estefanía de Los Santos) se ha quedado a los mandos del Chelsea y al cuidado de su hija Desi (Denisse Peña). Por suerte, no lo hará sola, porque a Vera llega Alex (Óliver Ruano); el hermano de Angelita ha regresado de las misiones y va a instalarse como el nuevo párroco, despertando las pasiones de muchas feligresas y, en concreto, de Bea (Nuria Herrero).
Bea y el padre Alejandro no será la única pareja que vivan su relación a flor de pie. Mientras que Luz y Ainhoa asumirán el reto de la maternidad, Martínez y Menchu librarán su particular viacrucis en su anhelo por concebir un hijo. Ambas parejas vivirán las dos caras de una misma moneda. Pero si algo define a ambas es el poder redentor del amor… un amor que les llevará a tomar decisiones que jamás imaginaron.
