Angélica, sospechosa para Vallejo

Antes de suicidarse, Viktor dejó escrita una carta autoinculpándose del asesinato Rubik, el cadáver del arcón encontrado en Canfranc. Sin embargo, para Vallejo es demasiado evidente y todas las piezas del puzzle encajan perfectamente. Después de un caso tan misterioso la solución le parece demasiado fácil. Cree que hay algo más... Angélica podría haber sido la autora o ayudado a su marido a llevar a cabo el crímen; e incluso acabar con la vida de Ambrus, ya que es difícil que un paralítico se suicide ahorcado (cap. 208 - 7T).