Una piedra en mitad del río

Las islas Azores están a medio camino entre América y Europa. En San Miguel visitan los únicos campos de té del continente y Furnas, un pueblo famoso por su cocido elaborado al calor de las fumarolas volcánicas. Peor suerte tiene la localidad de Rabo de Peixe, desde que un barco cargado de droga naufragó en sus costas.

Mar adentro, siguen el rastro de los delfines y los cachalotes. La isla de Terceira nos habla del pasado colonial y de sus tradiciones importadas: las touradas.

En Flores encuentran el lado más salvaje y desconocido de estas islas y la aventura les lleva a practicar barranquismo en uno de los entornos más hermosos de Europa. Descienden cascadas de más de cien metros de altura, antes de visitar la isla de Corvo.