Guissona, una localidad de la comarca leridana de la Segarra, es la primera población de España en la que los foráneos ya superan en número a los autóctonos. La mayoría son trabajadores de la empresa Bon Àrea, la Corporación Alimentaria Guissona, un gigante del sector de la alimentación que se ha convertido en el motor económico del municipio. La oferta de puestos de trabajo estables y viviendas de alquiler ha motivado la llegada de nuevos vecinos, de hasta 48 nacionalidades diferentes, mayoritariamente ucranianos y rumanos.. Esta realidad, que se palpa en las calles, se salda sin conflictos pero genera dificultades y colapsos en los servicios sanitarios y en las escuelas y, sin duda, ha cambiado la fisonomía humana y urbana de la población.
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