Cocina de fusión en la antípodas

La inmigración en Australia ha marcado tanto la cultura del país como sua gastronomía. La llegada a la isla, en el siglo XX, de europeos y asiáticos contribuyó a crear una nación multicultural que demuestra su diversidad en la cocina. Las verduras y hortalizas frescas combinadas con carne son indispensables para los australianos. Entre las carnes, una de las más características aunque no la más consumida, es la de canguro. Hoy la degustaremos acompañada primero de una sopa de calabaza y después de una magnífica pavlova, un pastel de merengue, nata y frutas.

RECETAS:

PUMPKIN SOUP. Sopa de calabaza

Ingredientes: necesitamos una calabaza, una cebolla, mantequilla, crema de leche, sal, pimienta blanca y nuez moscada.

Elaboración: troceamos la cebolla y la ponemos a freir en mantequilla. Mientras se va dorando, pelamos y cortamos la calabaza, procurando limpiarla bien de las pepitas. Introducimos la calabaza en la cazuela, la cubrimos con agua y la dejamos cocer durante una media hora, hasta que se ablande. Una vez la calabaza ya está hervida, la trituramos y, a continuación, le añadimos la crema de leche, la sal, la pimienta y la nuez moscada. Para darle un sabor más australiano, se le puede añadir, mientras aún está caliente, un poco de mantequilla.

PAVLOVA. Pastel de merengue, nata y frutas

Ingredientes: base de merengue (hecha con 6 claras de huevo, una pizca de sal, 8 onzas de azúcar refinado, una cucharada de vinagre blanco, media cucharada de esencia de vainilla y 2 cucharadas de harina de maíz), nata de montar, azúcar, 2 fresas grandes, un Kiwi, un plátano y 2 maracuyás.

Elaboración: Una vez hemos elaborado la base de merengue y la hemos dejado reposar unas 12 horas en el horno, montamos la nata añadiendo el azúcar necesario hasta endulzar al gusto. A continuación, cortamos la fruta a trozos pequeños, la mezclamos y la reservamos en un bol. Para montar el Pavlova, ponemos una buena capa d nata montada encima del merengue y la cubrimos con la fruta troceada, que debe distribuirse de manera desordenada. Por último, añadimos el maracuyá por encima, como si fuera una salsa