Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana

Verano de 1992: Miguel Induráin derrota a todos sus adversarios ganando, en tan solo un par de meses, el Giro de Italia y el Tour de Francia. En los mismos días, en la Sima de los Huesos de Atapuerca, un grupo de investigadores encuentra un cráneo que revolucionará el estudio de los homínidos en Europa. Lo bautizan Miguelón: este ejemplar de Homo Heidelbergensis caminó sobre la tierra hace 430.000 años y es uno de los fósiles más antiguos y más completos hallados nunca. Desde hace un siglo, los yacimientos de Atapuerca siguen regalándonos auténticos tesoros: restos que han cambiado los libros de historia, hallazgos extraordinarios que han modificado certezas sobre nuestra especie que dábamos por descontados. Gracias a esta máquina del tiempo, los científicos del Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana estudian cada fragmento de nuestro pasado, intentando resolver una especie de puzzle donde podemos ver no solo quiénes hemos sido, sino también quiénes somos y qué será de nosotros.