Las luces de Sargadelos

Sargadelos no es solo el nombre de una cerámica. Detrás de Sargadelos se esconde la historia de varios siglos, el primer complejo industrial de Galicia en el siglo XVIII y la recuperación de la cultura gallega en el exilio en la segunda mitad del XX.

También detrás de Sargadelos coinciden los nombres de quienes lo hicieron posible. Hombres separados por los siglos pero con un objetivo común: construir un futuro para Galicia. Antonio Raimundo Ibáñez, más conocido como el Marqués de Sargadelos, quiso utilizar los recursos de aquellas tierras para crear riqueza. Un hombre de la Ilustración, para algunos, o un “hombre de acción”, para otros; pero, que consiguió establecer en Sargadelos el primer alto horno privado de España y, años después, el primer complejo cerámico de carácter industrial.

Casi dos siglos más tarde, el pintor y ceramista Isaac Díaz Pardo, junto a uno de los grandes nombres del exilio en Argentina, Luis Seoane, apostaron por devolver a Galicia parte de su historia y su cultura, perdidas tras la Guerra Civil. Y uno de sus objetivos fue resucitar Sargadelos como símbolo de la recuperación industrial de Galicia en los años 60.