Sinopsis
La historia está llena de bulos históricos atribuidos a mujeres. En “El condensador de Fluzo” dedicado al papel de las mujeres en la historia, Néstor Marqués (Antigua Roma al Día) habla de una figura histórica que ha sido víctima de numerosas leyendas y bulos: Cleopatra.
Nacida en el año 69 a. C., Cleopatra reinó Egipto durante veinte años y fue la última reina ptolomea. Lo que se conoce de su reinado fue escrito posteriormente por autores romanos, que no dudaron en mostrarla como una “femme fatale”. Fue descrita como una mujer que usaba su belleza para embaucar a los hombres. Cuando una mujer del mundo antiguo era importante o poderosa, solía ser considerada como malvada y conspiradora.
Para las élites romanas, Cleopatra sedujo a dos de sus grandes generales: Julio César, con el que tuvo un hijo no reconocido por él y apodado por el pueblo como Cesarión, y Marco Antonio, con el que tuvo tres hijos. Este se disputaba el poder con Octaviano, el futuro emperador Augusto, y un genio de la propaganda política. Este punto supuso el origen de la propaganda contra Cleopatra: Octaviano usó la relación de Marco Antonio con Cleopatra para hundirlo políticamente y desprestigiarla a ella. Octaviano llegó a difundir que Marco Antonio había dispuesto en su testamento ser enterrado con Cleopatra en Alejandría, y empleó todos estos argumentos para dar comienzo a una guerra civil, declarando también la guerra a Cleopatra. Finalmente, Marco Antonio terminó suicidándose, al recibir el falso rumor de que Cleopatra había muerto.
En el cine, Cleopatra ha sido representada a través de una imagen totalmente idealizada de su belleza y malas artes por actrices como Elisabeth Taylor, pero la verdadera Cleopatra fue una mujer mucho más interesante de lo que ha mostrado la gran pantalla. Su lengua materna era el griego y fue educada en los valores y la literatura helenística, y fue un gran ejemplo de gobernante poderosa.
