Sinopsis
"No he cambiado de opinión y sigo pensando que hay desequilibrios en contra de Gran Canaria, pero pienso que es más constructivo intentar que la isla tenga un mayor peso que no seguir aislados". Así lo aseguró en el Debate de La 1 en Canarias el presidente de Unidos por Gran Canaria (UxGC), José Miguel Bravo de Laguna, que ha firmado un acuerdo con Coalición Canaria para ir juntos a las elecciones autonómicas, insulares y locales en Gran Canaria en 2019. Señaló que "frente a una realidad de desequilibrio que se ha ido produciendo a lo largo de varios años y que ha colocado a Gran Canaria en una situación de desventaja con otras islas, sólo cabe seguir con el enfrentamiento -que es lo que hace Antonio Morales, el actual presidente del Cabildo de Gran Canaria - o dialogar e ir juntos con Coalición Canaria en las próximas elecciones". Por ello se decidió por acordar ir juntos en la denominada Coalición por Gran Canaria (CxGC). Estima, además, que firmar un acuerdo antes de las elecciones es "más transparente y democrático" que hacerlo a posteriori. Desmintió a aquellos que le acusan de pactar para seguir en un cargo público recordando que nunca ha tenido cargos de designación directa, sino cargos electos en diez procesos electorales. Afirmó que actualmente no cobra nada del Cabildo y que rechazó recientemente un cargo importante que le ofreció el PP. Asegura que ha defendido siempre los temas canarios: Estatuto de Autoomía, REF, etc, y se definió como político liberal y de centro, asegurando "no volveré al PP". En cuanto a una reunificación de los nacionalistas canarios, la ve "difícil" ya que, indicó, gente como Antonio Morales, de Nueva Canarias, "está más cerca de Podemos que de Coalición Canaria".
Bravo de Laguna afirmó que ve a Gran Canaria como "un gigante económico y un enano político" y justifica su pacto con CC al nuevo talante de los dirigentes nacionalistas, en concreto de Fernando Clavijo, con el que es posible dialogar. Achacó a Paulino Rivero los desequilibrios con Gran Canaria y que se negara a negociar con el Cabildo de Gran canaria en la anterior legislatura cuestiones como la declaración de BIC para el Oasis de Maspalomas; la propuesta de la isla en la moratoria turística; la prefinanciación de las carreteras de La Aldea o la Circunvalación y que retirara la aportación de diez millones de euros -como también hizo el Estado- para el Gran Canaria Arena, que tuvo que pagar sólo el Cabildo.
