Sinopsis
Los autores de casos de violencia vicaria, como ha ocurrido en el caso de Tenerife donde Tomás Gimeno secuestró y asesinó a sus hijas Olivia y Anna como instrumento para hacer daño a la madre de las niñas, Beatriz Zimmerman, "no son enfermos" según se puso de manifiesto en El Debate de la 1 en Canarias, donde la juez de Violencia sobre la Mujer María Auxiliadora Díaz indicó que es maldad. "La maldad existe y esa es una de sus manifestaciones", añadió.
En el Debate, en el que participaron María Auxiliadora Díaz, jueza de Violencia sobre la Mujer en Las Palmas de Gran Canaria y experta del Observatorio contra la Violencia Doméstica del Consejo General del Poder Judicial; Kika Fumero, directora del Instituto Canario de Igualdad ((ICI) del Gobierno de Canarias; y Antonio San Martín, jefe de Unidad de Coordinación Contra la Violencia de la Mujer de la Delegación del Gobierno en Canarias, que coordinan temas como el 016 o el programa VioGén, se aseguró que el principal problema para combatir la violencia de género en estos momentos es que "la sociedad es bastante resistente, es inmadura, y todavía permite y justifica muchos actos de violencia de género". Por ello todos consideran que hace falta más formación en violencia de género en todos los aspectos de la vida, desde la familia a los colegios. En el tema judicial "es necesario que se formen todos los operadores jurídicos" y que para ello el Consejo General del Poder Judicial realiza cursos. En el aspecto policial también se está dando formación y cuando ocurre algún caso se intenta buscar las causas, ver los fallos. También son frecuentes los actos de la Unidad de Coordinación dependiente de la Delegación de Gobierno con grupos sociales, entre ellos, según puso de manifiesto Antonio San Martín, con las confesiones religiosas para que no se considere cuestión de confesión los maltratos y la violencia de género. En ese sentido los vicarios de las dos Diócesis canarias han mostrado mucho interés, aunque la pandemia ha impidió que se desarrollaran casos específicos. Por ejemplo, se puso de manifiesto que hay religiones que expulsan a cualquiera que actúe con violencia contra las mujeres o los niños.
Por ello se considera que no sólo se debe actual desde los ámbitos legal, judicial o policial, sino desde el ámbito social, llegando el momento en que a la sociedad ese tipo de violencia de produzca un repelús como, por ejemplo, crea el canibalismo. La directora del ICI indicó que no se pueden legitimar roles de los maltratadores, como hizo el padre Báez, y señaló que al Obispado no le quedó más remedio que actuar por la presión social. Considera que "empatizar con los agresores es peligroso".
En cuanto a los datos de violencia de género todos los contertulios consideraron que la pandemia ha sido la causa de que hayan disminuido las denuncias y que la situación tras el fin del estado de alarma es preocupante. En un mes han muerto 12 mujeres en España, que si se suman las ocho de los cuatro meses anteriores llevan las cifras hasta las veinte fallecidas, que ya son casi 1.100 desde que en 2.003 se iniciaron las estadísticas.
"El hecho de que haya acabado el fin del estado de alarma ha hecho que los agresores se den cuenta de que no tienen el control sobre las mujeres y que se den muchos casos de violencia". La "pandemia fomentó el control y ahora se dan cuenta que lo han perdido". Sin embargo, durante la pandemia las mujeres han sufrido doblemente ese control, "ya que en ocasiones a muchas les han quitado la comida o nos les dejaban entrar en las habitaciones donde los agresores jugaban con los niños", señaló Kika Fumero.
Antonio San Martín indicó que durante la pandemia "hubo regresión de denuncias y repunte de llamadas" en el teléfono 016. también el Gobierno de Canarias ha notado que se han "disparado las llamadas de emergencia en el 112".
Se considera que los confinamientos impedían a las mujeres presentar denuncias, pero si podían hacer llamadas.
En cuanto a las medidas de protección se consideran que se ha avanzado bastante. Que hay medidas judiciales, como el auto de alejamiento o la suspensión del régimen de visita a los hijos, ya que se ha conseguido que niños y niñas de hijos de mujeres maltratadas sean considerados también víctimas de la violencia de género en la nueva Ley de Protección a la infancia. También en el ámbito policial ha habido esfuerzos para proteger a las víctimas. ahora bien, el problema es que muchas veces esas medidas no son efectivas, que llegan tarde. Por eso, la concienciación social es esencial para evitar que la policía o la justicia lleguen tarde.
