Dehesa

La dehesa es todo un ejemplo de biodiversidad en el que conviven las ganaderías y cultivos introducidos por la mano del hombre con las especies autóctonas. Pero necesita ser mantenido para que el bosque no vuelva a cerrarse sobre lo que ahora son pastos, y ese pero se está convirtiendo en un problema acuciante. Con la escasez de agua llega “la seca”, la enfermedad que diezma la encina, la reina de la dehesa. Y sin encinas, no hay bellotas, y sin bellotas, el ganado pierde su principal fuente de alimentación. Si a esto le añadimos que gran parte de los territorios de dehesa pertenecen a esa España que hoy se da en llamar “vaciada”, podemos concluir que el deterioro y la pérdida del ecosistema ya no es una mera predicción. Son muchas las iniciativas para salvar la dehesa, como las investigaciones que lleva a cabo la UNEX (Instituto de investigación de la Dehesa) y las que llevan a cabo los propietarios de fincas de dehesa para los que es primordial estar interrelacionados.