Sinopsis
Tunez fue el primero ... Detrás vinieron Egipto, Siria, Yemen ... Hace diez años las revueltas árabes sacudieron Oriente Próximo... Longevos dictadores, como Mubarak o Ben Alí, cayeron .... y se abrió la puerta a las reformas democráticas... Pero también, a otro modelo: El del islam político... Organizaciones como los Hermanos Musulmanes en Egipto o An Nahda en Túnez encontraron su momento tras décadas buscándolo...
Gilles Kepel es uno de los mayores expertos del mundo en estas corrientes y asegura que en los últimos años estos movimientos han ido cambiando. "En nuestros días, en los últimos 20 años, los Hermanos Musulmanes han ido fusionandose cada vez más con la ideología extrema salafista y han ido desarrollando un rechazo global a los valores liberales de occidente. Y eso es algo que aprovechan los yihadistas que utilizan ese ambiente para identificar objetivos y realizar los ataques".
En la última década, el caos político en la región también ha traído el auge de los movimientos yihadistas. Pero la historia del terrorismo yihadista ya tiene más de 40 años en los que las organizaciones han ido cambiando sus tácticas y métodos... En los años 80, era movimientos locales que desafiaban a sus gobiernos ... Su mayor éxito, el asesinato de Anwar Al Sadat... En los 90, yihadistas de muchos países se unieron para echar a los soviéticos de Afganistán ... Luego llegó la cruzada de Bin Laden y Al Qaeda contra Occidente ... Y el intento fracasado del DAESH de crear un Califato.
De cada etapa, dice Kepel, algo han aprendido y ahora han entrado en una nueva fase. "Hoy, el yihadismo ha cambiado su naturaleza. Tenemos una nueva cara de la Yihad, en la que llamo yihad a una atmósfera en la que hay redes con gente que viene del islam político..."
Para comprender esta nueva fase, asegura Kepel, conviene poner la historia del islam político en perspectiva. En lo que hace en su último libro, "Salir del Caos". Cuarenta años de historia del islam político contada por quien ha dedicado media vida a estudiarlo.
FOTO: EFE/Yahya Arhab.
