Los límites

Mariana se entera, abochornada, de que Lía ha mordido otra vez a un compañero. Samuel se reivindica como padre aplicado, mostrándole el juguetito que acaba de comprar para que Lía canalice su rabia. Infatigable, en el AFA, Mariana encuentra una nueva oportunidad de mejorar la vida de su hija, organizando una excursión. La operación es un éxito fulgurante¿ pero también un infierno personal para Mariana. Con una mezcla de empatía y morbosa curiosidad, se acerca a Emma, la niña sueca, pero eso despierta la ira de Lía. A la vuelta, Mariana no encuentra consuelo en Samuel, que está desaparecido. Ha quedado para tomar algo con un excompañero de trabajo, que lo tienta con volver al ruedo. Al llegar a casa Mariana recibe una visita de Frida y Emma. Durante el encuentro se produce una inesperada conexión entre Frida y el abuelo Antonio. Esa noche, Mariana no puede dormir, abrazada a Lía en la cama. ¿Qué tiene que hacer para que su hija esté bien?