Sinopsis
Se estima que durante la pandemia fallecieron en las residencias de la Comunidad de Madrid cerca de 7.000 usuarios. Muchos, como denuncia el exconsejero de Políticas Sociales de la Comunidad de Madrid Alberto Reyero, murieron "de forma indigna" sin ser atendidos adecuadamente.
“No hay ninguna duda de que hubo mucha gente que murió y gente de la que murió que murió de forma indigna porque se les impidió el acceso a un recurso que está abierto a todos los españoles en igualdad de condiciones que son los hospitales y de hecho había un protocolo por escrito de la Consejería de Sanidad", ha subrayado en una entrevista en 'Hablando Claro'.
Un protocolo que, según ha explicado, impedía que "personas que fueran en silla de ruedas y vivieran en una residencia" recibieran asistencia hospitalaria y ha denunciado que tampoco se les ofrecieron otras alternativas ni se medicalizaron las residencias. "IFEMA fue un recurso que no se utilizó para las personas mayores, solo ingresaron 23 de los 3.800 que ingresaron allí. Había camas en los hospitales privados y no se derivó a nadie excepto que tuvieran seguro privado", ha asegurado.
Reyero ha señalado que desde el Gobierno de la Comunidad de Madrid se han amparado en que eso eran en base a decisiones clínicas, pero lo ha desmentido: "Lo que ocurrió es que había unas órdenes políticas que se establecieron en la Consejería de Sanidad y que impiden ese acceso. Podía ser un simple papel, que es lo que pensé al principio, pero es que tuvo consecuencias", y ha precisado que eso significó que en las peores semanas de las pandemia, "el 80% de las personas que fallecieron lo hicieron en las residencias sin que tuvieran unas condiciones adecuadas para atender a los cuidados paliativos que estar personas necesitan y a tener un respirador. Lo único que se les facilitaba en el mejor de los casos era morfina y sedación", ha concluido.
Foto: Marta Fernández / Europa Press
