Sinopsis
La situación que viven las personas migrantes encerradas en los Centros de Internamiento para Extranjeros (CIE) es una realidad silenciada. Siguen abiertos a pesar de que cada vez hay menos internos con respecto a los últimos años, según el informe del Servicio Jesuita a Migrantes (SJM). El autor del informe, Pep Buades, recuerda que las cifras han ido descendiendo. "En 2023 había 2.085 personas, en 2019 había más de 17.000 personas internadas en CIE en España y en 2011 eran más de 13.000".
Desde esta organización han pedido al Ministerio de Interior extremar la protección de las personas internadas y que se investiguen las agresiones que denuncian. Al mismo tiempo consideran un fracaso que el internamiento siga siendo una respuesta de la política española de extranjería.
Un 55% de los internos de los CIE fueron expulsados el año pasado. Paloma Guilera, voluntaria en el CIE de Aluche ha explicado algunos de los testimonios de estas personas privadas de libertad por haber cometido una falta administrativa al entrar en el país sin documentación: "Uno me contó que tardó ocho horas a nado. Su frustración fue grande cuando se les comunicó que les iban a expulsar, algunos se autolesionaron".
Y desde el informe de los jesuitas denuncian que en los CIE la atención a la salud mental no existe. María Morell, del SJM Valencia, asegura que "las personas que se encuentran en CIE se enfrenta a dinámicas caracterizadas por la despersonalización, por la incertidumbre, el aislamiento ante esta situación de detención". Por lo que consideran necesario el cierre de los Centros de Internamiento de Extranjeros.
