Hoy ha declarado ante el tribunal que enjuicia la catástrofe del 'Prestige' el jefe de máquinas, Nikolaos Argyropoulos, quien ha afirmado que el buque funcionaba "perfectamente" cuando se produjo el accidente. Ha insistido en que tanto los dispositivos de seguridad de la máquina como el sistema de calefacción marchaban bien. Ha atribuido a su estado de 'shock' que ni él ni el capitán hablaran en su primera declaración, en 2002, de la ola gigante que impactó en el barco. El juicio se reanudará mañana jueves con la declaración de José Luis López Sors, el ex director general de la Marina Mercante, el último de los acusados. Hoy el tribunal ha desalojado la sala después de que varios miembros de Nunca Máis entraran con camisetas en las que podía leerse: 'En Galicia, impunidad Nunca Máis'.
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