"Los menores son uno de los temas pendientes de la agenda de la violencia de género"

En lo que llevamos de año, 23 menores de 18 años, 23 niños y niñas se han quedado huérfanos a consecuencias de la violencia de género. La directora de la Fundación Mujeres y responsable de la secretaría técnica del Fondo de Becas Soledad Carzola, Marisa Soleto, ha manifestado en el Canal 24 Horas que como sociedad "en general hemos tenido dificultades para enfocar a los hijos de las víctimas de violencia de género", tanto de mujeres asesinadas como sobrevivientes, y ha indicado que hemos empezado a poner el acento sobre el daño de estos niños desde hace muy poco. Soleto ha argumentado que cuando la violencia de género daña a un menor, ese daño se va a quedar durante varias generaciones en la sociedad porque es un hecho que afecta al desarrollo emocional de los niños  y ha defendido que se trata de una situación que requiere toda nuestra atención: "Necesita un apoyo que va en su desarrollo emocional y afectivo, pero también educativo", ha señalado Soleto, quien también ha puesto el foco en que que aunque parezca que los huérfanos van a despertar solidaridad, "en algunas ocasiones despiertan el rechazo social porque son hijos de víctima, pero también de asesino". Soleto ha reconocido que en los últimos tres años se han hecho algunas mejoras en este ámbito, como la mejora al acceso a la pensión de horfandad o las ayudas extraordinarias que han puesto en marcha algunas comunidades para acompañar a estas familias, pero ha subrayado que "los menores son uno de los temas pendientes" de la agenda de la violencia de género: "Todavía tenemos muchas cosas pendientes, se tiene que mejorar no solo desde la Ley específica de la violencia de género sino también desde la Ley del Menor, que tiene que contemplar específicamente las necesidades de los hijos de las víctimas de la violencia de género". Soleto también ha señalado que  hay otras cuestiones muy importantes a abordar, como la regulación de la violencia sexual, la mejora del funcionamiento de la justicia y el sistema de protección de las víctimas. Aunque reconoce que es una lista larga, asegura que no existe otra fórmula que existir y asegura que es importante recordar que se necesita un compromiso y sensibilidad social que empuje todos estos cambios para conseguir el objetivo.