Un ciudadano nigeriano murió el pasado sábado en el aeropuerto de Barajas por la ingesta de bolas con cocaína, aunque los síntomas que presentaba hicieron activar el protocolo por ébola y que se esperase a la llegada de Sanidad Exterior para valorarle y trasladarle a un hospital, lo que no llegó a ocurrir, según adelantaba este viernes El Mundo.
El hombre fallecido portaba un total de 460 gramos de cocaína en el cuerpo repartidos en 28 cápsulas, según los resultados de la autopsia que se le practicó tras su muerte, han informado a Europa Press.
El ciudadano nigeriano aterrizó sobre las 17.00 horas del sábado en Barajas procedente de Estambul (Turquía), con la compañía Turkish Airlines, y comenzó a sufrir temblores e incluso convulsiones, hasta que se desplomó en la zona de la aduana de la terminal 1, según recoge EFE que cita a fuentes aeroportuarias.
Los facultativos del aeropuerto acudieron al lugar, donde unos agentes de la Guardia Civil habían atendido y recostado al pasajero, y, debido a los síntomas que presentaba, decidieron alertar a Sanidad Exterior ante la posibilidad de que se tratase de un caso de ébola.
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