El primer ministro francés, François Fillon, ha defendido la actuación de las autoridades y las Fuerzas de Seguridad ante las crecientes críticas a la supervisión del presunto asesino de Toulouse, Mohamed Merah, antes de que asesinara a tres militares de origen magrebí y a cuatro civiles en una escuela judía.
"No había ningún elemento que permitiera atrapar a Mohamed Merah" antes de cometer esos asesinatos porque la legislación no permite "vigilar de forma permanente sin dictamen judicial a alguien que no ha cometido un delito", ha subrayado Fillon en una entrevista con la emisora de radio RTL.
"Vivimos en un Estado de derecho", ha recordado. Fillon ha defendido la labor de los servicios secretos que "hicieron perfectamente su trabajo" ya que habían rodeado al joven sospechoso, muerto ayer por la mañana de un tiro en la cabeza tras 32 horas de asedio.
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