El primer ministro ucraniano, Arseni Yatseniuk, ha viajado este viernes a la ciudad suroriental de Donetsk para tratar de calmar los ánimos de los activistas prorrusos que desde hace días desafían al poder de Kiev y ocupan la sede del Gobierno regional.
El gobierno ucraniano dio un plazo de 48 horas a los manifestantes para que depusieran las armas y abandonaran los edificios, un plazo que termina precisamente este viernes. Las autoridades de Kiev advirtieron que podrían usar la fuerza contra los activistas.
En Donetsk, Yatseniuk se ha reunido con representantes de la política y los negocios de la región, a quienes ha asegurado que el Gobierno ucraniano no tiene intención de derogar la ley de 2012 que permite la existencia de dos lenguas cooficiales -ucraniano y ruso- donde una minoría supere el 10% de la población.
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