El ex dictador guatemalteco José Efraín Ríos Montt se ha declarado inocente de los cargos de genocidio y crímenes de guerra de los que le acusa la Fiscalía, que ha pedido que sea condenado a 75 años de cárcel.
"Nunca autoricé, nunca firmé, nunca propuse, nunca ordené que se atentará contra una raza, una etnia o una religión. Nunca lo hice. Y de todo lo que han dicho no ha habido ninguna prueba que evidencia mi participación", ha afirmado el anciano general, de 86 años, ante el tribunal.
"Me declaro inocente. Nunca he tenido la intención ni el propósito de destruir una etnia nacional. Mi situación de Jefe de Estado, mi ocupación, fue específicamente para retomar el rumbo de la nación que estaba en la borda", ha añadido el exgobernante de facto entre 1982 y 1983.
La jueza Jazmín Barrios, presidenta del Tribunal Primero A de Mayor Riesgo, ha afirmado que aceptaba escuchar la declaración de Ríos Mott a pesar de que, según la legislación local, el momento procesal para ello ya había concluido y cuando el imputado tuvo la oportunidad de hacerlo rehusó. Debido a la negativa de Ríos Montt a declarar en el momento indicado por la ley, ni la Fiscalía ni los querellantes tuvieron la posibilidad de interrogarle sobre los cargos que se le imputan.
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