"Deben escucharme, no soy una prostituta". Así se ha dirigido a los magistrados la joven marroquí Ruby El Marough, la principal testigo en el juicio por el que el ex primer ministro italiano Silvio Berlusconi se enfrenta a cargos de abuso de poder y prostitución de menores.
La joven, habitual en las fiestas en las residencias del político conservador, ha comparecido ante la prensa en las escaleras del Tribunal de Milán para leer un comunicado. Rodeada por los periodistas, la joven marroquí ha afirmado que "hay en curso una guerra contra Berlusconi y a mí me han implicado, pero yo no quiero que mi vida sea destruida".
"Berlusconi me ha hecho daño a mí", ha dicho Ruby, quien ha negado haber tenido relaciones sexuales a cambio de dinero, "y jamás con Silvio Berlusconi".
Los fiscales acusan a Il Cavaliere de haber mantenido sexo con la joven marroquí cuando ésta era menor de edad, y de haber presionado a la Policía para que la pusiera en libertad tras ser detenida en otra ocasión.
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