Sinopsis
Un mes en el barro
30 días después de la gota fría que devastó 75 municipios y varios barrios de Valencia, ‘Informe semanal’ regresa a la zona para comprobar sobre el terreno cómo la población más afectada afronta cada día. Enrique Ricart ha podido reabrir su panadería de Paiporta: "Había personas que, cuando les decíamos que abríamos, se nos ponían a llorar y todo. Ya no por el servicio del pan, sino por la necesidad que tenemos todos de que se empiece un poco a ver algo de luz". Son más de 8.000 los comercios dañados. Muchos intuyen que ya no reabrirán. Roberto Cuartero, óptico de La Torre, reconoce esa incertidumbre: "Las ayudas no están llegando en el tiempo que realmente lo estamos necesitando. Continuamos con ese miedo".
El programa ya entrevistó a Roberto hace un mes, cubierto de barro tan solo horas después de que la DANA comenzara a golpear, porque, aquel 29 de octubre, un equipo del programa se encontraba en Valencia rodando un reportaje sobre el estado de los trenes en España. Con ello, se pudo comprobar cómo, desde primera hora de aquel día, los Cercanías circulaban más vacíos de lo habitual. La megafonía ya anunciaba que el acceso a algunas estaciones estaba comenzando a inundarse. De hecho, ciertos organismos e instituciones habían cerrado puertos y suspendido clases. Demasiadas señales que la Generalitat Valenciana no percibió hasta que, en algunos casos, ya fue demasiado tarde.
Gisèle P., la vergüenza de otros
‘Informe semanal’ también aborda el juicio en Francia contra Dominique Pelicot, el marido que drogaba a su esposa, Gisèle, y la ofrecía gratuitamente para que la violaran otros hombres. La fiscalía francesa pide para él 20 años de cárcel, la pena máxima por violación en el país, mientras valora las penas para los otros 51 acusados, uno de ellos en paradero desconocido. Los abogados de la acusación calculan que hay otros 30 implicados que no se han podido identificar. Termina, así, un proceso que comenzó hace 11 semanas en Aviñón y que ha traspasado todas las fronteras. "Sabemos las atrocidades que vivió mi madre, es obvio que no podemos perdonar. Cuando salió todo a la luz, perdí a mi padre. Desde el 2 de septiembre, en el juicio, me he encontrado con un monstruo", afirma uno de los hijos.
La valentía de Gisèle y su afán por transmitir la vergüenza de los otros va a suponer un antes y un después para la sociedad francesa. Según la feminista Blandine Deverlanges, fundadora de 'Las amazonas de Aviñón', "es una mujer que tiene un coraje increíble porque, todos los días, ha tenido que soportar estar al lado de sus violadores, en la misma sala, durante tres meses". Giséle, durante las primeras vistas, llegaba al tribunal con gafas de sol. Luego, decidió hacerlo a cara descubierta, al contrario que sus agresores. Para ella, este ha sido "el juicio de la cobardía". De los 50 acusados, sólo uno ha pedido perdón. El programa ha viajado al pueblo donde ocurrieron los hechos y donde nadie quiere hablar.
