Ecuador, extrema violencia

"No nos sentimos seguros porque la maldad se ha multiplicado y vemos cosas horrorosas que están pasando", nos dicen al equipo de Informe Semanal en Guayaquil, la ciudad más poblada de Ecuador y ahora también la más peligrosa. Hay 16 asesinatos por cien mil habitantes, pero se calcula que pronto llegará a 20. En España, la tasa es del 0,7.
La corresponsal de TVE Bea Viaño nos cuenta este sábado la crisis de seguridad que conmociona a Ecuador. La muerte de un niño de once años en un tiroteo entre un ladrón y un policía ha precipitado la declaración del estado de excepción en todo el país. "El enemigo común es el narcotráfico" apuntaba el 18 de octubre el presidente Lasso, que ha puesto en máxima alerta a la policía y movilizado al ejército.

La inseguridad de las calles se vive también en las cárceles. Daniel perdió a tres hijos en la masacre de 119 reclusos en el penal de Litoral. Identificó sus cuerpos, se lamenta, entre "tantos cadáveres, piernas por allí, cuerpos por allá, mutilados, abaleados..." Las asociaciones de derechos humanos culpan al Estado por haber dejado el control de los centros penitenciarios a las bandas. La marginalidad y el deterioro de las condiciones de vida en los barrios donde operan las pandillas empuja a muchos jóvenes al crimen. Y eso, sumado a la impunidad, está disparando la violencia.
La crisis de inseguridad es solo uno de los problemas a los que se enfrenta Ecuador. Las comunidades indígenas protestan en las calles por la subida del combustible y esta semana ha habido el primer paro nacional contra la política económica del gobierno. El nombre de Guillermo Lasso ha aparecido en los papeles de Pandora y, aunque el presidente se defiende, su popularidad se ha hundido desde que llegó al poder en mayo.