Sinopsis
El Tribunal Supremo ha decidido investigar al fiscal general del Estado por un delito de revelación de secretos, algo que nunca antes había ocurrido en democracia. La cúpula fiscal respalda a Álvaro García Ortiz y aunque él se defiende, numerosas voces dentro de la carrera profesional piden su dimisión. "Hay que tener en cuenta que la Fiscalía es una institución jerárquica. Por lo tanto, el propio fiscal general se va a tener que enfrentar a un fiscal que le haga preguntas, un subordinado directo", apunta May Mariño, de 'El Periódico de España'. "Él es la persona que se ocupa de perseguir el delito en España", añade Juan Fernández-Miranda, de 'ABC', "y el daño que hace a la institución, con su máximo responsable imputado, es absoluto".
El politólogo Ramón González Férriz aporta reflexiones como esta: "Sí es verdad que ya tienes la sensación de que toda decisión política judicial es política". Lo cierto es que el caso ha revolucionado, aún más, la crispada actualidad de nuestro país, en la que destacan otros nombres propios como el del exministro José Luis Ábalos.
La Fiscalía Anticorrupción considera que hay "indicios sólidos" para atribuirle delitos de cohecho, tráfico de influencias y organización criminal dentro del llamado ‘caso Koldo’. "Y esto, en este momento, es lo que más le duele al partido socialista, que llegó a la Moncloa con una moción de censura contra la corrupción defendida por uno de sus entonces dirigentes, Ábalos, ahora a las puertas de una imputación", subraya Inma Carretero, de 'El País'.
