Alemania Democrática: de la vergüenza a la libertad (1989)

Fue levantado en el más estricto secreto, en una sola noche, la madrugada del 13 de agosto de 1961. Fueron necesarios cerca de 50mil operarios para levantar un muro de hormigón, ladrillos y alambrada de espino. 155 kilómetros de verguenza de torres de control, focos, vigilantes con perros y una zona de seguridad: la franja de la muerte patrullada las 24 horas para evitar la fuga de ciudadanos de la Alemania del Este, tomada por la URSS, a la República Federal al lado, capitalista. Esa mañana los berlineses vieron con incredulidad y asombro primero, con ira y desgarro después como su vida quedaba resquebrajada en dos. 79 personas fueron abatidas, más de 100 resultaron heridas. 40mil lograron huir de la RDA convertida en prisión. Sin embargo el gérmen de la democracia había prendido. La presión popular hizo saltar finalmente por los aires aquella barrera de odio, aquél telón de acero. Era 9 de noviembre de 1989. Informe Semanal fue testigo excepcional de la apertura de unas puertas que nunca debieron haberse cerrado, que nunca debieron existir. Esa noche, el pueblo alemán, cuentan las crónicas, fue el pueblo más feliz del mundo.