Sinopsis
Un año después del ataque de Hamás, Gaza es ya tan solo uno de los puntos de atención en Oriente Medio, ya que el conflicto se ha extendido definitivamente al Líbano. El asesinato en Beirut, hace una semana, del líder de la milicia chií de Hezbolá, Hasán Nasralá, volvía a darle una vuelta de tuerca a la situación, sin visos de paz. Tanto la ONU como la UE abogan por un alto el fuego inmediato en Gaza para frenar la actual espiral de violencia. Allí, en 12 meses, han muerto casi 42.000 personas. Ely Karmon, politólogo de la Universidad de Herzliya (Tel Aviv), afirma que "se debe llegar a una solución que cuente con el apoyo de la comunidad internacional, los americanos, Egipto, Jordania y los países del Golfo, pero esto es algo que no acepta el gobierno de ultraderecha de Netanyahu, sobre todo por los países del Golfo".
La situación de los rehenes desde el 7 de octubre -todavía un centenar, vivos o muertos- es clave para entender el contexto. Muchos de sus familiares cuestionan al propio gobierno israelí por no hacer ninguna concesión para recuperarlos. Y nadie olvida. Yafin Levin, uno de tantos supervivientes, recuerda la confusión de los primeros momentos y que, realmente, no fue consciente de todo lo que había pasado "hasta que vi los vídeos al día siguiente, aunque todavía puedo olerlo... todavía puedo oír los gritos". ‘Informe Semanal’ ha viajado al lugar en el que se celebraba el festival Nova, a los kibutz cercanos, a Cisjordania, Jerusalén, Tel Aviv y Haifa para analizar todo lo que está ocurriendo en la zona echando la vista no solo un año atrás sino a la historia de la región.
