Hijas del Gulag

Natalia se enteró de que su padre está enterrado en una fosa común en un antiguo campo de tiro a las afueras de Moscú. Hace 10 años, lo encontró en una lista de 7.000 fusilados por Stalin en 1938. Además, la familia perdió la casa y acabó en el exilio. Alisa nació en el gulag de Rudnychni, a 1.200 kilómetros de Moscú, un pueblo al que habían deportado a su madre en 1940. Un destierro del que la hija tampoco ha podido escapar. "No teníamos a donde volver, así que nos quedamos aquí, en el exilio perpetuo". Ambas, han ganado una primera batalla legal en el Tribunal Constitucional de Rusia para que el Estado les devuelva su hogar. 20 millones de soviéticos acabaron deportados por un sistema de represión que funcionó durante casi 30 años y acabó con dos millones de vidas.
La gran mayoría de los rusos sigue sin saber prácticamente nada de las masacres. La ideología oficial de Putin presenta a Stalin como un líder glorioso que ha ganado la guerra. Según las encuestas, un 70% de los rusos valoran positivamente su papel en la historia.